martes, 22 de abril de 2014

2ª República y Guerra Civil (3)

Lee el siguiente texto (competencias lingüística y social y ciudadana)

ESPERANZAS E ILUSIONES EN UN NUEVO RÉGIMEN.
La Segunda República se proclamó el 14 de Abril de 1931, dos días después de que una gran coalición de socialistas y republicanos de clase media hubiesen ganado unas elecciones municipales en las principales ciudades españolas. Dicha victoria provocó la salida del país del rey Alfonso XIII. El acontecimiento fue acompañado por una explosión de alegría popular y de unas expectaciones excesivas de que el nuevo régimen pudiera remediar las injusticias y deficiencias sociales y políticas tanto de la monarquía como de la dictadura del general Primo de Rivera. La coalición republicano-socialista se proponía emprender una serie de reformas sociales y construir una España moderna, libre de las influencias reaccionarias de la Iglesia católica y de las fuerzas armadas.

 LA REPÚBLICA REFORMISTA por Paul Preston, En el combate por la historia, 2012
 

Responde
1.- ¿Cuando se proclamó la Segunda República? ¿Quién ganó las elecciones en las principales ciudades?

2.- Qué sustantivos y adjetivos positivos (incluido el título) encuentras en el texto que hablen de la Segunda República?

3.- ¿Qué quería la coalición republicano-socialista?


2º Texto
PROYECTOS Y FUERZAS EN PRESENCIA

El objetivo común de los componentes del nuevo gobierno era el deseo de acabar con la monarquía. Por lo demás, cada uno de los principales grupos tenía sus propias prioridades y no necesariamente apoyaba las ambiciones de sus compañeros de Gobierno. La amplia coalición abarcaba desde elementos conservadores que no querían cambios más allá de echar a Alfonso XIII, un centro formado por los radicales de Alejandro Lerroux, muchos de los cuales eran corruptos y simplemente querían beneficiarse del acceso a los resortes del poder ,y, finalmente, republicanos de izquierdas y socialistas con objetivos reformistas ambiciosos pero diferentes. Se veían a sí mismos utilizando juntos el poder del estado para crear una nueva España. Sin embargo, para ello se requería un inmenso programa de reformas que consistiría en, aparte de destruir las influencias reaccionarias, crear relaciones laborales más equitativas, acabar con los poderes casi feudales de los latifundistas y satisfacer las demandas autonómicas de los regionalistas vascos y catalanes.

La llegada de la República encontró a la derecha temporalmente carente de organización política. Por tanto, las clases altas y numerosos sectores de las clases medias se conformaron con la marcha de Alfonso XIII porque no tenían otra alternativa. Lo hicieron con la esperanza de que, sacrificando al rey y tolerando a un presidente, podrían protegerse de mayores desgracias en el camino de la reforma social y económica. La proclamación de la República significó que, por primera vez, el poder político pasó de las oligarquías a las izquierdas moderadas. Sin embargo, otros elementos más potentes quedaron en manos de las clases conservadoras. Para obstaculizar el proyecto reformista republicano-socialista dispondrían del poder económico (de los bancos, de la industria y de la tierra), y del poder social (el control de los medios de comunicación como la prensa y la radio) y el sistema de enseñanza que en gran parte era privado. Además contaban con el poder persuasorio de la Iglesia y el monopolio de la violencia en manos del Ejército y de la Guardia Civil en su determinación de impedir cualquier ataque contra la propiedad, la religión o la unidad nacional. En este sentido, las semillas de la discordia estaban sembradas en las esperanzas de la izquierda y en el miedo y resentimiento de los elementos de la derecha que se veían amenazados.



Las esperanzas de los socialistas eran moderadas. La dirección del PSOE sabía que la implantación del socialismo era un sueño lejano y que buscaba simplemente una mejora de las condiciones de vida de los braceros del sur, los mineros asturianos y otros sectores de la clase obrera industrial. Su moderación sería vana porque los grandes latifundistas y propietarios de las minas consideraban cualquier intento de reforma como una agresión intolerable contra el reparto existente del poder social y económico.

Aún así, la hostilidad de la derecha se manifestó muy pronto. Casi de inmediato, la situación financiera se vio amenazada por la masiva evasión de capitales. Tras la proclamación de la República, los seguidores del general Primo de Rivera empezaron a recolectar dinero de aristócratas, terratenientes, banqueros e industriales para justificar la necesidad de un golpe militar para derrocarla, financiar actividades conspirativas (SANJURJADA, pronunciamiento militar, intento de golpe de estado, EN AGOSTO DE 1932 EN SEVILLA) y comprar armas. No era de extrañar, ya que el compromiso de mejorar las condiciones de vida de los más pobres implicaba una importante redistribución de la riqueza. En medio de una depresión económica mundial, las reformas humanitarias parecían desafíos revolucionarios al orden económico establecido.

RESPONDE
1.- Enumera lo que quería el programa de reformas de la coalición republicano socialista

2.- ¿Qué novedad supuso la proclamación de la Segunda República en cuanto a quién ejercía el poder político?

3.- ¿Qué buscaban la dirección del P.S.O.E. y los republicanos de clase media?










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